La colangitis es una enfermedad caracterizada por la inflamación de los conductos biliares; cuando la inflamación también se extienda al parénquima hepático, se emplea el término colangiohepatitis. En los felinos se describen 2 tipos de colangitis más comunes: la neutrofílica y la linfocítica.

Derrame Pericardico en Perros

COLANGITIS NEUTROFÍLICA.

La colangitis neutrofílica es la colangitis más común. Es provocada por una infección bacteriana que asciende por las vías biliares desde el tracto gastrointestinal, y que puede ascender al páncreas a través del conducto pancreático. Por ello, esta colangitis se suele asociar con pancreatitis y enfermedad inflamatoria intestinal (IBD) en un alto porcentaje de los casos, dando lugar a una patología llamada triaditis.

Suele afectar normalmente a gatos de edad media-avanzada. Es una patología grave, cuyo pronóstico depende de la severidad de los signos clínicos y las alteraciones producidas.

Síntomas: Los signos clínicos en los casos agudos suelen ser anorexia, fiebre, vómitos, ictericia, dolor abdominal y pérdida de peso, aunque la patología puede cronificarse.

Diagnóstico: Para ayudar al diagnóstico de la patología, puede ser necesario realizar pruebas complementarias, como una analítica sanguínea o pruebas de imagen.

La analítica de sangre normalmente mostrará un aumento de bilirrubina y de las enzimas hepáticas; sin embargo, hay veces que obtendremos una analítica normal, no descartándose así la colangitis. Un caso parecido ocurre con la ecografía abdominal; por lo general podremos observar cambios en la vesícula biliar y dilatación de conductos.

Tratamiento: Una vez diagnosticada la patología, lo principal es empezar con un tratamiento antibiótico. Normalmente el antibiótico se elegirá en función del cultivo realizado, o con un antibiótico de amplio espectro en su defecto. En función del estado del felino serán necesarios otros tratamientos, como fluidoterapia o antieméticos.

COLANGITIS LINFOCÍTICA.

La causa de la colangitis linfocítica, sin embargo, es desconocida, pero se cree que es inmunomediada. Afecta normalmente a gatos jóvenes y/o de raza persa, y tiene un trascurso más crónico, pudiendo progresar durante meses o años.

Síntomas: Normalmente el cuadro no es tan agudo como en el caso de la colangitis neutrofílica, y podemos observar gatos ictéricos y con pérdida de peso, pero estables. Sin embargo, si la emfermedad progresa, el animal puede desarrollar cirrosis biliar, lo que puede provocar una ascitis (acumulación de líquido en la cavidad abdominal).

Diagnóstico: Al ser un proceso crónico, es más probable que una analítica sanguínea muestre aumento de enzimas hepáticas y de bilirrubina en sangre.
El diagnóstico definitivo en este caso, se hace mediante biopsia.

Tratamiento: El tratamiento será tanto inmunosupresor, para evitar el progreso del cuadro, como de soporte, dependiendo del estado clínico del animal. El desarrollo de ascitis provoca un peor pronóstico, pero los gatos con esta patología suelen responder al tratamiento. Hay ocasiones, sin embargo, en los que necesitan tratamiento de por vida.